Madrid, EFE La mala traducción de un concepto matemático degenera en una pérdida de su sentido y, en ocasiones, en un resultado falseado, según ha señalado el Académico de Número de la Real Academia de Doctores de España, Francisco J. Díaz-Llanos, en una conferencia impartida hoy en la sede de la institución.
Palabras que provenían del alemán se tradujeron mal al inglés, y del inglés o el francés pasaron mal al castellano, de manera que en pleno siglo XXI algunos conceptos matemáticos se han "degenerado de tal manera que ya no significan lo que verdaderamente significaban", señala Díaz-Llanos en entrevista con Efe.
De lo que se trata, apunta el académico, es de "esclarecer los conceptos", porque no sólo se le explica a la gente algo que no es, sino que en ocasiones se usan palabras que carecen de todo sentido. "Los traductores son pésimos", apunta Díaz-Llanos.
Y añade: "Estamos cometiendo una serie de equivocaciones bestiales que la gente las asume y no las entiende, pero las maneja".
Así, términos como el francés "valeurs propres" o "vecteurs propres" han sido traducidos como "autovalores" y "autovectores", respectivamente, cuando el término correcto es el de "valores propios" y "vectores propios".
Un ejemplo de traducción "sin sentido" es el concepto estadístico "dendrograma", cuya raíz griega, "dendro", significa árbol, ramificaciones.
Este término tiende a aparecer en los libros como "dendograma" -sin la erre-, y dado que "dendo" no existe, todos los autores que usan el término "están incurriendo en un indiscutible error semántico y fonético polivalente", afirma Díaz-Llanos.
Con más de seis meses de investigaciones y más de 98 referencias a libros que se han escrito en España, el académico madrileño ha realizado en su ponencia -"A propósito de la semántica y de la fonética polivalente en la matemática"- una propuesta pormenorizada de cómo se debe decir cada término que ha sido mal traducido.
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