¿Cuántos idiomas hablas? De acuerdo con el “British Council” (BC), si perteneces a cualquier país de la Unión Europea (UE) aparte del Reino Unido, te encuentras entre el 56% con razonable fluidez en al menos un idioma -además del propio-, tal vez dos (28%) y posiblemente incluso tres o más (11%). Estas estadísticas, sin embargo, no parecen aplicarse a Gran Bretaña. Una encuesta realizada por la Comisión Europea (citada por el BC) ha indicado que para el 62% de las personas en el Reino Unido, el Inglés es su único idioma; el 38% habla otro (a menudo el idioma de su “comunidad étnica o inmigrante” – por ejemplo, urdu, punjabi o polaco), el 18% tiene fluidez en dos idiomas extra y un 6% tiene fluidez en tres.
Igualmente, aunque “51% de los ciudadanos de la UE pueden tener una conversación en Inglés”, esto no se aplica para Gran Bretaña, donde “el aprendizaje de una lengua extranjera no es una opción popular en las escuelas y universidades del país“. Tal y como ha señalado la ‘Academia Británica para las Humanidades y Ciencias Sociales’ en su folleto “Nacido Global”, publicado el 17 de octubre, en la actualidad hay muchos menos candidatos para el GSCE nivel “A” en francés y alemán que hace veinte años – a pesar de que reconoce que esto es en parte debido a la creciente popularidad de los cursos en español (Arantxa Sanchis, “El Ibérico” Edición 110).
En opinión del ‘Grupo Parlamentario sobre Lenguas Modernas’ (APPG), se requiere una urgente acción sostenida a lo largo del Reino Unido “para revertir el creciente hecho de que el estudio de idiomas sea de dominio exclusivo de un intelectual o acomodada élite “. En su “Manifiesto para las Lenguas“, la APPGha afirmado que “en el siglo 21, hablar solo inglés supone una desventaja tan grande como no hablar nada de Inglés” y que, a menos que haya mejoras drásticas en la capacidad nacional en las lenguas modernas en el Reino Unido, “la economía del país y las empresas británicas se verán negativamente afectadas por la pérdida de comercio mundial; mientras que nuestros jóvenes estarán en desventaja en el mercado global para el empleo”.
El Manifiesto del APPG se distribuyó durante el simposio de la Academia Británica sobre este preciso tema en el Centro de Conferencias de Olympia en Londres el 17 de octubre, coincidiendo con el Language Show Live (17 al 19 octubre) en el mismo lugar y organizada en colaboración con el periódico The Guardian . La Investigadora Principal de la Academia Británica, Bernadette Holmes, subrayó en su discurso de apertura que el aprendizaje de idiomas es actualmente obligatorio en solo el 16% de las escuelas públicas, en comparación con el 69% en las privadas – que conduce a una “gran brecha” entre los dos sectores, que necesita ser reducida. Un compromiso de “idiomas para todos los alumnos hasta por lo menos los 16 años” (declaró) se debe incluir en los manifiestos de los principales partidos políticos en el período previo a las próximas elecciones generales del 7 de mayo 2015″. A Bernadete Holmes le preocupa que “la seguridad nacional de Gran Bretaña, su defensa, su diplomacia, su lugar y reputación en la escena internacional estén en riesgo de ser socavados por nuestra falta de conocimientos de idiomas”.
Por otra parte, aunque el Reino Unido representa el 12% de la población de la UE, solo tiene una representación del 4% entre los administradores públicos de la UE – precisamente las personas que toman las decisiones y ejercen influencia. Eso es porque “no tenemos suficientes graduados que puedan trabajar en (por ejemplo) francés y alemán, así como Inglés.” Esta es también la causa (señala Holmes) de la escasez de hablantes nativos en inglés que ejerzan funciones de intérpretes y traductores en Bruselas y en las Naciones Unidas en Nueva York: “hay que subir la pericia lingüística de nuestros funcionarios para que puedan competir con sus homólogos de otros países de la UE“.
Holmes se lamenta del hecho de que “45 universidades en el Reino Unido han desechado títulos en lenguas modernas, porque (eso dicen) no pueden ofrecerlas si no hay suficientes inscritos para estas materias”. Su solución es que el Gobierno implemente “un sistema de financiación más realista, de modo que las fuerzas del mercado no continúen acabando con estos cursos”. Los idiomas, insiste, “no deben ser simplemente una nota al pie en las propuestas educativas de los partidos políticos”.
En su panfleto “Talk The Talk“, la Academia Británica contó la observación formulada por Willy Brandt (el ex canciller alemán) de que “si le voy a vender algo a usted, hablo su idioma, pero si lo voy a comprar, dann mussen sie Deutsch sprechen (debe hablar alemán) “. El informe “Estado de la Nación“, realizado por la Academia Británica, hizo hincapié en que las “nuevas realidades económicas” implican que las empresas del Reino Unido deben ganar experiencia en una gama de idiomas mucho más amplia, incluyendo el mandarín, árabe, ruso, turco, persa y polaco: “Hay fuertes evidencias de que las habilidades lingüísticas se relacionan con un mejor rendimiento del negocio y de la capacidad de acceder a nuevos mercados. Los empleadores han dejado claro que quieren ver a más personas entrando en la fuerza laboral con al menos un conocimiento básico de lenguas extranjeras, junto con una mentalidad más internacional”.
Fue por lo tanto muy alentador que hubiese 9.000 inscripciones anticipadas para el “Language Show Live”. La mayoría de los visitantes eran profesores, estudiantes, profesionales de la lengua, académicos y empresarios, aunque también se contó con un gran número de “llegadas espontaneas”. Fue (declaró el director de eventos, Olivett Asare) “una feria verdaderamente global con 160 expositores de 17 países“. El contingente español fue claramente el más grande, entre ellos: La organización “Don Quijote” (cursos por toda España y en muchos países de América Latina), “Tía Tula (Salamanca), ” Dilo “(Mallorca), el Instituto Vasco Etzepore (San Sebastián), la “Academia Pradoventura” y el “Colegio Lajanda” (los dos en la zona de Cádiz). Todos ellos habían reservado sus stands, pero también estuvieron presentes la “Red de Medios Aljazeera” (cuyo personal ofrecía enseñanza improvisada en árabe), el “Instituto Confucio” (Beijing), “Aprender Italiano en la Toscana”, el “Centro Cultural de Turquía” y el “ Fukuoka Foreign Language College” (Japón), así como un gran número de proveedores de ELT (Matrícula del Idioma Inglés). El stand más pequeño fue probablemente el que ocupó la “Escuela Simón Bolívar” (Quito, Ecuador) al precio de £700 para los tres días. Su solitario representante estuvo de acuerdo en que el principal elemento de disuasión para sus posibles estudiantes fue el costo de viajar hasta allí, y no sus modestas cuotas de inscripción.
Colin Gordon.
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